Lo llaman "Cachuelero", "Niño milagroso" o simplemente "Niño Ricardito". Sus seguidores le piden favores diversos, desde la curación de un niño enfermo hasta la "iluminación" en temporada de exámenes escolares.
Se trata de Ricardo Melquíades Espiell Barrionuevo, nacido en Lima el 10 de diciembre de 1886. Su padre fue abogado, diputado, miembro del Partido Civil, masón, miembro fundador de la Bomba de Lima, defensor del Callao en el combate del 2 de mayo, en la corbeta Unión y luego en las batallas de Lima, durante la Guerra del Pacífico. Muy querido y respetado por la sociedad limeña, muere a consecuencia de una pulmonía a 8 meses del nacimiento de su hijo.
Es probable que la infancia de Ricardito fuera dura, por las limitaciones económicas que se supone pudo tener su madre. Seis años después, el 1 de marzo de 1893, el niño muere debido a una enfermedad que asoló a los niños limeños en aquél tiempo- siete mil niños afectados-.
El niño fue enterrado en el Cementerio del Callao, para luego ser trasladado
-gracias a los donativos de amigos de la familia- al Presbítero Maestro, donde
descansa tambien su padre.
Es por los años 90, que una señora encuentra la tumba del niño, la limpia y
reza pidiendole un milagro. Al poco tiempo lleva un jarrón de flores y hace
limpiar la tumba, acudiéndo cada semana a orar por él y dejar regalos. No tardó
en extenderse la fama del "niño milagroso" y poco a poco crecieron los
seguidores del pequeño.
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