Lima se funda cerca al oráculo, así que poco después es absorbido por la expansión. Así, a mediados del 1500 el oráculo era destruido y en su lugar edificaban una iglesia, a la que bautizan en honor a Santa Ana, por lo que los alrededores se denominan Barrio de Santa Ana, el futuro Barrios Altos.
Para el s. XVIII Ya concentraba casi la mitad de la población limeña, y al s.XIX eran edificados bellos edificios. Entre ellos destaca un conjunto habitacional de estilo europeo-austrohúngaro-, construido por el alemán Oscar Augusto Heeren.
La Quinta Heeren- que es como se le conoce- tuvo entre sus inquilinos a personajes importantes de la sociedad limeña de los siglos XIX y XX, siendo también sede de diferentes embajadas.
Entre sus antiguos e ilustres inquilinos resalta un japonés acaudalado, el tesorero de la colonia japonesa en el Perú, Seiguma Kitsutani.
Don Kitsutani invirtió su dinero en diferentes negocios, con tan mala suerte que los mas importantes fracasaron. Pero fue la perdida de su mercadería en el naufragio de dos barcos, la que lo deja en banca rota. Con sus negocios acabados y considerando su honor perdido, decide poner fin a su vida- siguiendo las costumbres del Japón Imperial-. Así, se dirige a la parte denominada "el palacete" y en una silla que aun se conserva, se quita la vida.
Es ahí donde empieza el martirio de la Quinta y su mas famosa leyenda. El fantasma de Kitsutani vaga por el edificio, lamentándose por su mala suerte y los negocios perdidos. Y no solo los inquilinos, sino también sus visitantes ocasionales, quienes sienten y escuchan al antiguo comerciante.
El japonés camina molestando a los inquilinos, en venganza tal vez por su desdicha. Siendo el fantasma mas celebre de la Quinta, pero no el único. De tiempos coloniales regresa un español ejecutado por un delito que supuestamente no cometió. El español pasea a inmediaciones de la Quinta en su caballo blanco produciendo un sonido de cadenas arrastrando.
Son muchos los fantasmas de Barrios Altos, pues entre sus edificios ocurrieron varios hechos de sangre a lo largo de su historia, desde la época colonial, hasta los tiempos del terrorismo...
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