Relatos de fantasmas

jueves, 4 de octubre de 2018

La niña de rojo

Una familia joven -pero numerosa- llegó a vivir a una casa del centro de un poblado habitado en su mayoría por agricultores y comerciantes. Eran papá, mamá, tres hijos y una hija, siendo el mayor de ocho y la última de un año de edad... Los primeros días coincidieron con el periodo de lluvias, conocido como Fenómeno del Niño. El de aquel año, 1983, fue especialmente destructivo. Por ello la familia permaneció encerrada por días mientras el padre trabajaba lejos. Y precisamente durante una de esas noches el mayor de los niños despertó a su madre a media noche por algo que no parecía normal... -Mami, una niña está llorando porque un señor se la quiere llevar...- La madre se levantó asustada, tomó una tubería de bronce que usaba para cerrar su ventana y armada con ella fue a defender a la niña. Mientras iba por el pasillo alcanzó a escuchar el llanto de la niña y el gruñido del hombre viniendo de la parte trasera de la casa, pero cuando abrió la puerta decidida a apalear al abusivo se encontró la calle vacía... Ese fue el primero de varios otros sucesos que se repitieron a lo largo de los años, sobre todo en las noches frías o de lluvia. Tantas veces que se volvió cotidiano para la familia. Varios años después llegó a casa un sobrino de visita, quien tuvo que quedarse esa noche por la lluvia infernal que se desató. El chico era aficionado al esoterismo, y quiso demostrar sus dotes con el humo de un cigarrillo. Así estaban, entre risas y bromas cuando el llanto de una niña y la voz grave de un hombre gruñendo interrumpieron la diversión... La señora le explicó a su sobrino que ignorara el llanto, que eran pocas las ocasiones en que se escuchaba y que no tenía caso tratar de defenderla, jamás veían a la niña. Aún así, el muchacho insistió en ir a socorrerla, y al ver que no había nadie tras la puerta dijo que necesitaba consultar con alguien. Dos días después regresó con un médium que apenas entró identificó el lugar donde empezaban los llantos de la niña... -Es horrible, la niña sufrió mucho y no la dejan descansar- lamentó el médium... -Cuando ésta casa era un terreno baldío la niña fue traída a la fuerza, abusada y luego ahorcada... y sigue aquí, repitiendo el hecho siempre que hay una noche parecida a la de su asesinato... El médium recorrió el jardín trasero de la casa y sollozando dijo: - Aquí está enterrada... lleva un vestido rojo... aquí la enterró ese maldito... El médium se fue, pero no pasó desapercibido un detalle que trajo a la memoria de la señora un relato que una vecina de mas de noventa años le contó tiempo atrás sobre una niña, amiga suya de la infancia, quien desapareció por la zona cuando abundaban en ella los descampados, niña que llevaba un vestido rojo y un lazo rosa que su madre costurera le había confeccionado... Poco tiempo después decidieron construir una recámara en un espacio que incluía el patio y jardín trasero. Enorme y desagradable sorpresa se llevaron los obreros mientras hacían las zanjas al encontrar cabellos, tirones de tela roja y finalmente los huesos pequeños de una niña en el jardín...

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